La gripe, a menudo subestimada, representa un riesgo laboral significativo. Según la Asociación Española de Medicina del Trabajo, entre el 10% y el 17% de las bajas laborales anuales en España se deben a la gripe, lo que conlleva la pérdida de 60 millones de horas de trabajo y 1.275 millones de euros en productividad. Hoy, en Novagés, hablamos sobre la gripe como riesgo laboral.

La gripe como riesgo laboral

La gripe es una enfermedad espiratoria contagiosa causada por los virus de la influenza, que puede afectar a cualquier entorno laboral. Actualmente, es responsable del 18% de las bajas laborales en general y de un tercio de los contagios en entornos de oficina.
De hecho, la gripe no solo impacta la salud de los trabajadores, sino también la economía, con un coste estimado que superó los 100 millones de horas perdidas y 200.000 bajas laborales con prestación de incapacidad temporal solo en 2019.
Entre los síntomas más comunes de la gripe están la fiebre alta, tos, dolor de cabeza, garganta y muscular, cansancio, náuseas y vómitos.
Las acciones preventivas, como la vacunación, el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos, son fundamentales para reducir el impacto de la gripe en el ámbito laboral. El uso de desinfectante de manos puede contribuir a la reducción de los contagios.
Al mismo tiempo, mantener el espacio de trabajo limpio y desinfectado, especialmente las áreas comunitarias, debe formar parte de la rutina diaria.
Además, se deben establecer medidas para evaluar y gestionar el riesgo de contagio en diferentes ocupaciones. A la vez, garantizar que los trabajadores enfermos no acudan al trabajo y reciban la atención necesaria. En este sentido, son muchas las empresas que se preocupan por fomentar el teletrabajo en caso de contagio.
Como siempre, una buena prevención es vital para evitar males mayores, como un contagio masivo, o complicaciones como la neumonía y otros problemas respiratorios.