Anteriormente en Novagés explicamos cuáles son los principales riesgos laborales del transporte de mercancías por carretera. Se trata de un sector imprescindible para nuestro día a día, que sin embargo tiene mucho que hacer en cuestiones preventivas. Por eso, hoy hablamos sobre la prevención de riesgos laborales en el transporte por carretera, desde diferentes enfoques.
Prevención de riesgos laborales en el transporte por carretera
Como comentábamos, hay varios frentes desde los que se debe abordar la prevención de riesgos laborales en el transporte por carretera.
Cuestiones organizativas del trabajo
Uno de los frentes atañe a la organización del trabajo a realizar.
Por un lado, es importante planificar la ruta, teniendo en cuenta el tiempo que llevará, las paradas necesarias y los horarios de entrega o recogida. En este aspecto, un planning puede ser muy práctico para analizar si realmente da tiempo a realizar cada paso o si se necesita ajustar la planificación.
Por otro lado, es fundamental coordinar las cargas y descargas, tanto en origen como en destino. Que todo esté preparado y controlado para que el trabajo se realice con seguridad, evitando riesgos innecesarios.
Entre otras tareas, se deben retirar posibles obstáculos, garantizar una buena iluminación y maniobrabilidad y disponer de una correcta señalización.
El personal encargado de ello debe haber recibido la formación necesaria y llevar indumentaria reflectante o que les brinde la suficiente visibilidad.
Igualmente, el camión o vehículo utilizado para el transporte por carretera debe contar con todas las revisiones y mantenimiento necesario para un uso seguro. Además de contar con los EPI necesarios, se puede dotar al vehículo con elementos auxiliares de seguridad que faciliten las maniobras y la conducción.
Por ejemplo, existen dispositivos capaces de detectar el cansancio del conductor, que estudian su forma de conducir y avisan cuando puede necesitar una pausa.
Cuestiones ergonómicas y de descanso
Otro punto a tener en cuenta es la ergonomía durante el trabajo. Ya que los conductores profesionales pasan muchas horas sentados, deberían aprovechar las pausas durante la conducción para realizar estiramientos y mejorar la movilidad.
Además, es necesario respetar las horas de descanso y contar con un sueño reparador. Para ello, es también básico comer de manera saludable y equilibrada, evitando comidas copiosas y mantener una buena hidratación.
Por último, respetar las pausas y descansos y evitar las distracciones al volante ayuda a garantizar la seguridad en la conducción.
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