El cambio climático es una realidad cada vez más palpable, que presenta fenómenos atmosféricos que pueden entrañar riesgos de diversa índole. Entre ellos están las DANA, Depresión Aislada en Niveles Altos, comúnmente conocida como «gota fría». Se trata de un fenómeno meteorológico que puede causar condiciones climáticas extremas, como lluvias torrenciales, inundaciones y vientos fuertes. Estas condiciones pueden tener un impacto significativo en el entorno laboral, especialmente en sectores como la construcción, el transporte y la agricultura. Por ello, es crucial implementar medidas de prevención de riesgos laborales frente a una DANA para garantizar la seguridad y bienestar de los trabajadores. Hablamos de ellas en nuestro blog de Novagés.
Prevención de riesgos laborales frente a una DANA
Es la segunda vez en un breve espacio de tiempo en la que volvemos a hablar de una DANA en nuestro país.
Por eso, antes de que llegue una DANA o gota fría, es esencial identificar los riesgos asociados a las condiciones climáticas adversas.
Algunos de los riesgos más comunes son:
- Deslizamientos de tierra o derrumbes en sitios de construcción.
- Inundaciones que afecten al acceso o la operatividad en instalaciones industriales.
- Interrupciones en el suministro eléctrico o de comunicaciones.
- Accidentes de tráfico debido a condiciones viales peligrosas.
Medidas preventivas a adoptar
En primer lugar, cada empresa debe contar con un plan de contingencia actualizado, que contemple medidas específicas para actuar ante condiciones extremas. Este plan debe ser conocido por todos los trabajadores y ensayado regularmente.
Así, los trabajadores deben estar informados sobre cómo actuar ante la llegada de una DANA. Esto incluye desde el reconocimiento de señales de alerta hasta procedimientos de evacuación y primeros auxilios.
Por otro lado, debe asegurarse la disponibilidad y el buen estado de los equipos de protección individual (EPI) adecuados para cada tarea, tales como impermeables, botas antideslizantes, y cascos resistentes al agua.
En casos extremos, se debería considerar la suspensión temporal de las actividades laborales con mayor riesgo o la reubicación de los trabajadores a zonas más seguras.
Además, las condiciones climáticas deben ser monitoreadas de manera continua para así tomar decisiones informadas sobre la interrupción o continuidad de las actividades laborales.
En definitiva, la llegada de una DANA o gota fría es un evento que puede poner en riesgo la seguridad en el entorno laboral. Por ello, la prevención de riesgos laborales debe ser una prioridad para cualquier empresa.
La clave está en la preparación y en la capacidad para adaptarse y responder eficazmente a condiciones cambiantes y extremas.
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