Existe un amplio abanico de riesgos a los que se exponen los trabajadores a diario. Entre ellos, está el polvo, considerado como un agente químico peligroso que puede suponer un peligro para la salud y seguridad de los trabajadores. Hoy en Novagés hablamos de la sílice cristalina respirable y los riesgos que conlleva.

Qué es la sílice cristalina respirable

Antes de nada, aclararemos que llamamos sílice al grupo de minerales que se componen por dos elementos muy abundantes en la corteza terrestre: el silicio y el oxígeno.

La sílice cristalina es una de las formas moleculares de presentación de la sílice. Por su parte, la sílice cristalina respirable hace referencia a las partículas de sílice cristalinas lo suficientemente pequeñas para que entren en los pulmones durante el proceso de la respiración.

Por tal motivo, puede quedar depositada en diferentes partes del aparato respiratorio: nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios y alveolos. Cuando la cantidad acumulada es elevada, puede ser peligrosa para la salud.

La sílice cristalina está presente en numerosos materiales de nuestro día a día, siendo el cuarzo el tipo más común y conocido. Otros materiales que la contienen son la arena, grava, arenisca, pizarra, granito, caliza, yeso y mármol.

Todo esto hace que sean numerosos los sectores donde trabajan con este compuesto, como son diferentes fábricas, las minas, canteras, el sector de obras públicas, siderometalúrgica, etc.

Efectos nocivos para la salud

La principal enfermedad asociada a la sílice cristalina respirable es la silicosis, que puede presentarse como aguda, acelerada o crónica. Ésta puede causar insuficiencia respiratoria crónica, cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares de carácter permanente.

Su inhalación irrita la nariz, garganta y vías respiratorias. Además de esto, cuando la sílice cristalina entra en contacto directo con la piel en estado seco, causa irritación por abrasión mecánica. Por otro lado, si entra en contacto con los ojos, también los irrita, al igual que cuando se ingiere, llegando a causar bloqueo intestinal.

Adicionalmente, la inhalación de polvo de sílice cristalina se asocia a enfermedades renales, pérdida de la función pulmonar, a la vez que aumenta el riesgo de padecer tuberculosis.

Prevención como solución

Las medidas preventivas son la mejor solución para evitar los daños producidos por la inhalación de la sílice cristalina respirable. Desde evitar su uso, sustituyéndola por otros materiales cuando sea posible, hasta la modificación de los procesos, de manera que se minimice la emisión del compuesto.

Además de respetar los límites de exposición profesional marcados por ley, se implementarán las medidas más avanzadas para reducir la exposición de los trabajadores, como son los sistemas de extracción localizada, con filtros HEPA de alta eficiencia.

También se reducirá al máximo el número de trabajadores expuestos, ofreciéndoles una formación completa al respecto y haciendo hincapié en el uso de los EPI más adecuados.

Se establecerán protocolos claros en cuanto al aislamiento y sectorización de las zonas de trabajo, su limpieza y el almacenamiento y descontaminazión de la ropa de trabajo de los trabajadores expuestos. Estos, a su vez, dispondrán de zonas exclusivas para su uso, separadas del resto de trabajadores.

Finalmente, la vigilancia de la salud en las empresas controlará el buen estado de los trabajadores expuestos.