En Novages somos expertos en Prevención de Riesgos Laborales. Por ello, nos preocupamos por el bienestar de los trabajadores. Una de las formas de prevención está en la ropa laboral y otros elementos de seguridad. Hoy queremos centrarnos en el calzado de seguridad, algo imprescindible para numerosos puestos de trabajo.

Importancia del calzado laboral

Dentro del uniforme laboral, muchas empresas necesitan proporcionar a sus empleados un calzado especial. Este calzado debe protegerles ante posibles lesiones y promover un estado de salud adecuado.

Además, un buen calzado laboral debe ser cómodo y seguro, evitando la fatiga y dolores al trabajador.

Es importante tener en cuenta que las lesiones en los pies son altamente incapacitantes, derivando en problemas de tratamiento prolongado.

Afecciones más comunes en los pies

Muchos puestos de trabajo conllevan que sus trabajadores permanezcan muchas horas de pie. Esto puede acarrear dolores en la planta del pie, problemas en articulaciones, juanetes, calambres, esguinces, etc.

Todo esto se puede evitar o mitigar con un calzado laboral adecuado.

Elementos a tener en cuenta para elegir el calzado de seguridad

  • Suela del calzado

Por un lado, la suela debe ser antideslizante, para evitar resbalones y proporcione estabilidad. También debe ser de material resistente, que evite ser traspasado con objetos punzantes.

  • Diseño amplio y cómodo

Un buen calzado debe ser suficientemente ancho como para no comprimir el pie. Éste debe estar bien sujeto pero sin que el calzado impida la movilidad del pie o genere molestias.

Del mismo modo, ha de cuidarse el diseño del calzado. Evitar las rozaduras es primordial, sobre todo en zonas habituales como es el talón. Estos roces provocan molestias y pueden impedir el correcto desempeño del trabajo.

  • Puntera protectora

Si queremos proteger los dedos del pie, la puntera del calzado debe ser resistente y ligera. Su función será proteger la punta del pie contra impactos fuertes y contra posibles elementos cortantes o hirientes.

  • Tejido protector

El pie de los trabajadores debe estar protegido en todos los puntos. Además de la puntera, suela y talón, el empeine y la zona del tobillo deben estar reforzados contra los golpes.

  • Material transpirable

Teniendo en cuenta la cantidad de horas que se lleva el calzado de seguridad puesto, es importante que sea transpirable. De este modo, se evita un exceso de humedad que puede conllevar hongos y otros problemas en el pie.

A ser posible, se recomienda que el calzado esté confeccionado con materiales naturales. La piel suele ser la mejor alternativa.

Escuchar la opinión de los trabajadores

Muchas empresas optan por un tipo de calzado estándar para su ámbito laboral. Pero no siempre se adapta a la perfección a las necesidades de su plantilla.

Es importante contar con la opinión de los empleados sobre su experiencia con ese calzado, qué puntos mejorarían o cambiarían, etc. Es la mejor manera de conseguir un calzado de seguridad óptimo.