Hace unos meses hablamos de cómo conseguir una jornada laboral más saludable. Hoy en Novagés hablamos de un grave problema que azota a nuestra sociedad: el sedentarismo laboral.

Qué es el sedentarismo laboral

Actualmente las nuevas tecnologías han provocado que gran parte de los trabajos sean trabajos de oficina. En ellos, la actividad física es nula o prácticamente nula. Esto se debe a que el trabajador permanece sentado en su puesto una media de ocho horas diarias.

La falta de actividad física durante la jornada laboral es lo que se denomina sendentarismo laboral. Aunque no suele asociarse con un riesgo laboral como tal, realmente lo es y cada vez afecta a más trabajadores.

Qué problemas puede desencadenar el sedentarismo laboral

Según la Organización Mundial de la Salud, este tipo de sedentarismo se considera el cuarto factor de riesgo de muerte a nivel mundial. De hecho, trae consigo problemas tanto a nivel físico como psicológico.

Por un lado, el problema físico más evidente suele ser el sobrepeso. Pero además, también aumenta considerablemente los problemas de contracturas musculares, dolores articulares, problemas circulatorios, hipertensión y diabetes.

Por otro lado, no moverse lo suficiente durante la jornada laboral puede conllevar apatía, cambios de humor, falta de motivación, angustia, depresión, etc.

Finalmente, otro problema añadido es que la tendencia del cuerpo a gastar pocas energías durante la jornada laboral puede extenderse al resto del día. Es decir, es una especie de inercia que no invita a realizar actividad física en el tiempo libre.

La importancia de la actividad física habitual

Aun conociendo de antemano la importancia de realizar actividad física con regularidad, la realidad es que apenas el 40% de la población lo hace.

Los beneficios del ejercicio son evidentes para la salud. Además de mejorar el bienestar físico, prevenir lesiones y dolencias, ayuda a mantener una buena salud cardiovascular. También mejora la capacidad respiratoria y la movilidad.

Por otro lado, sirve como válvula de escape de los problemas diarios. Es un momento de desconexión que además libera endorfinas, haciéndonos sentir mejor. También nos ayuda a descansar más y mejor por la noche, lo que redunda en un mejor rendimiento laboral.

Programas propuestos por las empresas

La tendencia actual es que las empresas se impliquen en el bienestar físico de sus empleados. Es una relación simbiótica. Por su parte, los trabajadores mejoren su estado físico y anímico. Por otra parte, las empresas obtienen trabajadores más sanos, con mayor rendimiento y menor índice de problemas de salud y de bajas laborales por ese motivo.

Pero además de las medidas que propongan las empresas, los propios trabajadores pueden realizar pequeños gestos que mejoren su condición física. Hablamos de ir caminando o en bicicleta al trabajo, optar por las escaleras en lugar de ascensores, realizar estiramientos cada cierto tiempo durante la jornada laboral, etc.

Reducir el sedentarismo laboral está en manos de empresarios y trabajadores, con resultados beneficiosos para ambas partes.