Según la sexta encuesta europea sobre las condiciones de trabajo, se estima que tres de cada cinco trabajadores europeos padecen trastornos musculoesqueléticos de origen laboral. Hoy en Novagés hablamos sobre esta creciente problemática.

TME o trastornos musculoesqueléticos de origen laboral

Podríamos definir los trastornos musculoesqueléticos como las alteraciones que sufren las diferentes estructuras corporales, entre las que se encuentran los grupos musculares, huesos, tendones, ligamentos, articulaciones y nervios.

En el caso concreto de los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral, se refiere a las alteraciones causadas o agravadas por la actividad laboral.

La gran mayoría de este tipo de trastornos suelen acumularse a lo largo del tiempo debido a la repetición de movimientos y rutinas. Sin embargo, también pueden deberse al manejo continuado de cargas y a una mala higiene postural en trabajos más estáticos.

Si analizamos los trastornos que más se repiten, encontramos que son los que afectan al cuello, hombros, espalda y brazos. Éstos son conocidos con las siglas TMOLCES (Trastornos Musculoesqueléticos de Origen Laboral en Cuello y Extremidades Superiores). Aunque dependiendo de la actividad desarrollada, pueden darse también en el tren inferior.

Dentro de los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral se engloban trastornos fácilmente identificables, pero también otros de difícil diagnóstico.

Trastornos musculoesqueléticos más frecuentes

Uno de los trastornos que más se detecta en el entorno laboral son los problemas de cuello y espalda. Pueden aparecer en todo tipo de trabajos, pero son muy recuentes cuando existen cargas físicas fuertes o trabajos manuales. Últimamente también se están incrementando los casos en trabajadores de oficina que no cuidan la postura.

Por otro lado están las tendinitis. Estas inflamaciones de los tendones suelen afectar a los hombros y los brazos y suelen darse al realizar trabajos repetitivos.

Además de esto hay que tener en cuenta las mialgias, que suelen darse sobre todo en la zona del cuello y los hombros y los problemas derivados de la compresión de los nervios, como el Síndrome del Túnel Carpiano.

Forma de manifestarse

No siempre es fácil diagnosticar un trastorno musculoesquelético de origen laboral. En ocasiones los síntomas se manifiestan de forma súbita, pero otras veces son progresivos y van agravándose con el paso del tiempo si no se tratan.

Existen determinados síntomas que se repiten y que ayudan a detectar este tipo de trastornos. Entre ellos se encuentran los dolores musculares y articulares, pinzamientos, entumecimiento, pérdida de sensibilidad y de fuerza, inflamación o dificultad de movimiento.

En Novagés trabajamos conjuntamente con las empresas para evitar éstos y otros tipos de riesgos laborales.